Murdered comienza con el asesinato de Ronan, un policía rebelde cubierto de tatuajes (y, por alguna razón, vestido con ropa de los años cincuenta) que está tras la pista de un criminal conocido como el Asesino de la campana debido al símbolo que dibuja en sus víctimas. Cuando está a punto de atraparlo, el Asesino le da un empujón, lo tira por la ventana, y luego baja a la calle y le pega siete tiros para rematarlo. Pero Ronan no está dispuesto a abandonar este mundo dejándose este asunto pendiente, así que su espíritu sale de su cuerpo para continuar la investigación como fantasma. Como lo oís: el protagonista del juego es un fantasma tratando de resolver su propio asesinato. Interesante, ¿verdad?
Tras esta escena inicial, el juego, que transcurre en las calles de Salem, Massachusetts, lleva al jugador a lugares como el museo de historia, el cementerio, el hospital psiquiátrico Lux Aeterna, y la iglesia de la ciudad, con el objetivo de descubrir pistas que le permitan atrapar al asesino. Descubrir estas pistas es la mecánica principal del juego, y es tremendamente simple: llegar al lugar que toque, pasearse por allí buscando objetos que sirvan como pistas, y después seleccionar las tres más relevantes para la mini investigación de turno. Dichos objetos suelen estar a la vista, y no es demasiado difícil verlos, aunque interactuar con ellos puede llegar a ser bastante frustrante, ya que hay que hacerlo desde el ángulo preciso.
Pero para frustración, moverse por las calles de Salem, y por dentro de los mismos edificios. Las calles de la ciudad son un auténtico laberinto en el que resulta prácticamente imposible moverse de un lugar a otro sin perderse. La mayoría de veces acabé caminando en círculo al tratar de rodear las distintas paredes y muros que me impedían moverme en la dirección deseada, la frustración y la desesperación creciendo por segundos. Parte de esta dificultad se debe al retorcido mapeado lleno de callejones idénticos y calles serpenteantes, pero buena parte se debe a la aleatoria naturaleza de los obstáculos. Me explico. Dado que el protagonista es un fantasma, y por tanto incorpóreo, en teoría puede atravesar paredes, puertas, y demás. Sí, pero no. Si la pared es de piedra, no puede atravesarla. Si está hecha de algo que no sé que es pero que parece ectoplasma, tampoco. Si la puerta de una habitación está cerrada, no puede entrar... pero si la pared no es de piedra, entonces sí puede. Pero a veces sí se puede aunque sea de piedra, siempre que haya una silueta fantasmal apenas perceptible que te permita pasar. Vamos: una tomadura de pelo.
Además de la mecánica facilona de buscar pistas, la otra mecánica del juego es la de destruir demonios, entrañables criaturas que aparecen de vez en cuando y siempre en grupos de tres, a las que hay que sorprender por detrás con sigilo y sutileza, y exorcizar con una combinación de botones aleatoria que cambia a cada intento. Esto no sé si es un intento de añadir algo de acción a un juego en el que de otro modo lo único que haces es andar chocándote contra todas las paredes que ves (a veces a propósito, para ver si puedes atravesarla, y a veces involuntariamente, al estar tratando de encontrar el ángulo ideal para coger un objeto), pero la verdad es que está algo fuera de lugar. ¿Por qué hay demonios? ¿Por qué aparecen en Salem, y sólo de vez en cuando? ¿Por qué Ronan tiene el poder de destruirlos? Ni idea, oye.
A estas alturas os debéis de estar preguntando si el juego me ha gustado al menos un poco, y lo cierto es que me ha gustado más de lo que mis comentarios dejan ver, debido casi por completo a la historia que se cuenta. La trama es interesante, se mueve a buen ritmo, y combina brujas con asesinos, misterio, e historia. Al final, confieso que estaba un poco harto e impaciente por terminar el juego y ver qué pasaba de una vez, pero en general la investigación de Ronan me mantuvo intrigado prácticamente de principio a fin.
La atmósfera es también un punto a favor del juego, pues está bastante lograda, y aunque me recordó un poco demasiado a Silent Hill Downpour (del que os hablé hace tres años), las lúgubres calles de Salem, los oscuros interiores de los edificios, y los fantasmales parques abandonados resultan de lo más atractivos, aunque cromáticamente demasiado similares. Por otro lado, los personajes secundarios y los extras parecen todos iguales (especialmente las niñas y adolescentes), y no parecen estar hechos ni con la cuarta parte del esmero con que se hicieron los decorados. Una de cal, y otra de arena, vamos.
En general, Murdered: Soul Suspect me hizo pasar varias horas agradables, pero me alegro de no haber pagado más que unos dólares por él. Es una aventura fácil de estética atractiva y trama interesante, pero que al final se hace un poco larga dada la falta de variedad. Le doy tres estrellas fantasmagóricas, y aunque no os lo recomiendo encarecidamente, tampoco os insto a que lo evitéis. Si decidís probarlo, ya me diréis qué os parece.
1 comment:
Si hacen un corto de animación estaría mejor visto lo visto.
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