Me gusta leer y ver la tele

Wednesday, August 03, 2016

De música y melancolía

El tango de la Guardia Vieja es una novela de Arturo Pérez Reverte que llevaba tiempo debatiendo si leer o no. Sin embargo, tras disfrutar inmensamente Hombres buenos, decidí hacerme con ella, a ver qué pasaba.

La novela nos presenta a Max Costa, un hombre de sesenta y cuatro años que, al principio de la historia, reconoce en Sorrento a Mecha Inzunza, mujer con la que coincidió en el pasado en dos ocasiones hace unos veinte y treinta años respectivamente. Ambos encuentros dejaron marcados a los dos personajes por el resto de sus vidas, y este tercer encuentro sirve para avivar los recuerdos de ambos momentos, que se entrelazan con el presente a modo de flashbacks y nos muestran la relación entre ambos.

Este resumen crudo y simplista no es sino un mero bosquejo de la historia que Reverte nos cuenta con la habilidad y maestría que lo caracterizan. Dicha historia, según varias páginas web, es una gran historia de amor, y aunque es verdad que hay amor, yo más bien creo que hay una cantidad equivalente de desamor y melancolía. Y es que, como no podía ser de otra manera, El tango de la Guardia Vieja es una novela revertiana, con todo lo que ello conlleva: héroes cansados, zonas grises más que blancas o negras, códigos de honor, cumplir con el deber pese a las consecuencias, el estoicismo y la resignación frente a lo que tiene que ser, y personajes complejos que controlan sus emociones y que dicen tanto cuando hablan como cuando callan.

En general, el libro me encantó, aunque confieso que al poco de empezar se me hizo un poco pesado con tanto tango y tanta historia del mismo. Sin embargo, una vez superada esta sección, la novela no hizo sino mejorar, y me tuvo en vilo prácticamente de principio a fin, no sólo por averiguar cómo iba a acabar la relación entre Max y Mecha, sino por saber cómo iban a resolverse cada una de las tres situaciones en las que Max se halla envuelto a lo largo de su vida. Hay que ver qué bien sabe el señor Reverte estructurar novelas, y lo bien que sabe contar historias. ¡Cuatro melancólicas estrellas!

2 comments:

Nash said...

No estoy para historias melancólicas necesito novelas emocionantes de aventuras de emociones que para eso no soy un jedi

Mario Alba said...

Tiene sentido, jajaja. Los próximos libros que mencione serán menos melancólicos y más emocionantes, jaja.