La tercera furia

Me ha costado más de un mes, pero por fin me he terminado Cursor's Fury, la tercera novela de la serie del Codex Alera escrita por Jim Butcher, y no podría tener sentimientos más encontrados en lo que a la opinión que me merece se refiere. Básicamente, las primeras 150 páginas nos presentan una árida y no muy interesante intriga política, y un más árido e incluso menos interesante retrato de la vida en la legión alerana. Durante decenas de aburridas páginas, Butcher narra el entrenamiento de Tavi a manos de su amigo Max para convertirse en soldado de la legión, y aunque se nota que el autor disfruta de lo lindo hablando de los distintos cuerpos militares y cómo funcionan, a mí este tema me interesa bastante menos que a él. Al menos, y como ya mencioné al hablar de Academ's Fury, los personajes principales son interesantes y casi tienen vida propia, lo que ayuda a hacer la lectura mucho más llevadera. Este hecho, unido a la misión de rescate en la que los otros dos protagonistas del libro, Amara y Bernard, se embarcan de forma paralela, me dio fuerzas suficientes para seguir leyendo. Desafortunadamente, las siguientes 370 páginas se centran más en Tavi y Max que en la misión de Amara y Bernard; y digo desafortunadamente porque, a pesar de que Tavi y Max me encantan, su línea argumental en este libro una vez terminado su entrenamiento es básicamente una gigantesca batalla que se extiende a lo largo de la casi totalidad de las citadas 370 páginas. Al frente de la legión, Tavi y Max, ayudados por la carismática Kitai, tienen que repeler una invasión monstruosa que los sobrepasa en número y fuerza. Esto da lugar a varias situaciones límite bien ideadas, a hazañas épicas, y a varios escenarios que ponen a los protagonistas al borde de la muerte; y aunque estas escenas resultan interesantes y compelling, yo, personalmente, no necesito más de trescientas páginas de detallados mandobles, fintas, y tácticas de combate para comprender la escala de la batalla, lo que está en juego, y la destreza e ingenio de los protagonistas a la hora de solventar situaciones en las que llevan todas las de perder. Además, y como ya os habréis imaginado, en la anteriormente citada misión de rescate la sangre acaba también llegando al río, con lo que la novela alterna ambas batallas sin apenas ocuparse de otra cosa. Vamos: que de las 520 páginas que tiene el libro, casi 400 están llenas de acción, lucha, y batallas, lo que a mí, como ya he dicho antes, no acaba de atraerme demasiado.
Afortunadamente, los personajes son magníficos, y la historia general de la serie avanza en una dirección interesante aunque no del todo insospechada, lo que mitiga (y bastante) el hastío que leer tantas escenas de acción me provocó, explicándose así los sentimientos encontrados de los que hablé al principio del primer párrafo. Sin duda, Cursor's Fury me parece el más flojo de los tres libros de la serie hasta el momento, y aunque los personajes me gustan lo suficiente como para continuar con la saga en el futuro, hacerme con el cuarto volumen no es una de mis prioridades ahora mismo. Tal vez en unos meses...