Héroes bajitos

Preparado estoy para que me lluevan las críticas, pero no puedo sino ser honesto: hay que ver lo que me he aburrido viendo The Hobbit. Ya está. Ya lo he dicho. Las dos primeras horas de la película me han parecido casi por completo carentes de interés, y aunque debo admitir que los últimos cuarenta minutos están bastante bien y son, de lejos, lo mejor de la película, no han sido bastante para salvar el conjunto, que me ha resultado de lo más soporífero. Pese a ello, he encontrado varios elementos que disfrutar, como los hermosísimos paisajes, el diseño de espacios (grutas, ciudades subterráneas) y "edificios" (ruinas, interiores, moradas varias), o los distintos detalles y personajes que anticipan y remiten a la trilogía de The Lord of the Rings. Sin embargo, sopor aparte, también ha habido varios aspectos negativos a los que no me he podido sobreponer, como el horrible -horrible- maquillaje de los enanos protagonistas, que resultan grotescos, falsos, y artificiales hasta el punto de sacarme de la historia y hacerme tener presente en todo momento que estaba viendo actores con prótesis faciales. Y hablando de artificialidad, salta a la vista que las criaturas que pueblan la cinta están generadas por ordenador, especialmente los dos villanos. Eso sí: Gollum (que no cuenta como villano) es soberbio y sin duda lo mejor de la película, a años luz de cualquier otro elemento: más real que los mismísimos enanos, más compelling que cualquier otro personaje o hilo argumental, y más entretenido de ver que cualquiera de la miríada de detalles que pueblan las casi tres horas que la última obra de Peter Jackson dura. Pero vamos: que estoy listo para que me llaméis de todo, así que no dudéis en dejar vuestros comentarios ahí debajo, que los leeré con más interés del que The Hobbit me ha despertado.