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Tuesday, February 21, 2017

Vida de un chimpancé

Como Crystal ha empezado a trabajar en Project Chimps a media jornada, se nos ocurrió que podíamos ver Project Nim, un documental de 2011 dirigido por James Marsh basado en el libro de Elizabeth Hess que narra la vida de Nim, un chimpancé separado de su madre al nacer para participar en un experimento lingüístico. Básicamente, los investigadores querían ver si criar a un chimpancé en una familia humana desde el mismo momento de su nacimiento aumentaría sus habilidades comunicativas. Así pues, Nim fue a vivir con una familia que lo trató como a uno más de la misma, pero que aparte de jugar con él y dejarle hacer lo que quisiera, no hizo nada para enseñarle gestos o ningún tipo de comunicación. El investigador a cargo del proyecto decidió llevárselo entonces e instalarlo en un nuevo hogar, en el que Nim viviría con sus profesores: personal dedicado a enseñarle gestos y signos para comunicarse.

El progreso comenzó casi inmediatamente, y Nim aprendió docenas de palabras que era capaz de transmitir gesticulando. Sin embargo, tras varios ataques a sus profesores, el investigador jefe perdió fe en el proyecto y decidió devolverlo al lugar de su nacimiento. Allí, Nim se convirtió en uno más de los chimpancés que vivían enjaulados de forma miserable, pero un par de trabajadores en dicho centro se hicieron amigos suyos y continuaron comunicándose con él, sacándolo para jugar, y tratándolo con más dignidad.

Desafortunadamente, aquello no duró mucho, y a continuación Nim fue mandado a un laboratorio para participar en pruebas médicas y científicas. Allí estuvo enjaulado y aislado, y fue humillado y maltratado con esa forma especial que los humanos tienen de abusar de los animales.

Afortunadamente, un hombre en Texas que tenía un rancho adonde llevaba animales para que pudieran vivir tranquilos logró hacerse con él, y Nim fue a vivir allí. Desgraciadamente, Nim era el único chimpancé en el rancho, con lo que el aislamiento y la falta de socialización continuó.
Uno de los cuidadores que se había hecho amigo suyo antes de ser enviado al laboratorio trató de convencer al tipo del rancho para que mejorara las condiciones de vida de Nim, pero aquél se negó e incluso le prohibió ir a visitarlo. Diez largos años pasaron, y cuando el tipo murió y el rancho pasó a ser propiedad de otro, el cuidador volvió a insistir, esta vez con éxito.

Gracias a sus esfuerzos, dos nuevos chimpancés provinentes del mismo laboratorio donde Nim había pasado varios años (y que por fin había sido clausurado) fueron enviados al rancho, y Nim tuvo así compañía y amigos durante los últimos años de su vida, que terminó con un infarto cuando tenía veintiséis años.

Como supongo os habréis dado cuenta, este documental es tristísimo, y aunque los últimos años de la vida de Nim no fueron tan malos como podrían haber sido, la vida del inteligente chimpancé muestra la crueldad, desidia, maldad y ruindad que muchos humanos muestran al tratar con animales. Que la mezquindad humana no conoce límites es algo que ya sabíamos, y aun así sigue resultando sorprendente cada vez que historias como ésta salen a la luz. También es cierto que hubo personas en la vida de Nim que se preocuparon por él, lo quisieron, y lo ayudaron, pero en general el pobre chimpancé no fue más que un proyecto que se abandonó cuando dejó de interesar, sin preocuparse por las consecuencias. Un documental interesante, pero que os romperá el corazón. Avisados quedáis.

2 comments:

Nash said...

Jo solo con tu entrada ya me has dejado hecho polvo... es importantisimo que estas cosas se difundan y no se repitan.

Mario Alba said...

Completamente de acuerdo.